Son solo días que pasan, minutos que se consumen en el espacio
pero mi amor por ti no se acabará nunca en esta vida ni en la
otra que nos toque vivirla juntos.
Recuerdo aquella noche de iglesia cuando solíamos entrar
juntos a la misa que el padre concedía todas las noches de
fin de semana, recuerdo aun cuando eramos amigos,
esos amigos sinceros que se esperaban a la salida para regresar
juntos y así poder cuidarnos y sentirnos seguros.
Desde esos días de invierno es que comencé y comenzó a latir
mi corazón por ti, por tu amor y por querer estar juntos
por siempre y para siempre; desde aquel entonces
tu fuiste y eres testigo de mi gran amor, ese gran amor
que hasta el día de hoy puedo brindarte,
tu mas que nadie sabes que vivo por ti y para ti.
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